Las legumbres, a veces denostadas, constituyen un alimento estrella por su gran aporte nutritivo, su papel protector frente al cáncer de colon y su poder saciante, además de ser un alimento económico y beneficioso para el medio ambiente. Por eso, la ONU ha designado 2016, Año Internacional de las Legumbres.
“Es un alimento estrella”, asegura la jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Clotilde Vázquez. “Tiene proteína de buena calidad que llega a ser máxima cuando se complementa con otra fuente vegetal como la patata o el arroz”. Son alimentos ricos en minerales y vitaminas
Se recomienda tomar, unas tres veces por semana, legumbres como plato único y cocinadas con verduras o con algo de proteína animal (magro de cerdo, vacuno o pescado), pero poca, la justa para mejorar el sabor como las fabes con almejas o los garbanzos con bacalao.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propone sensibilizar a la población a través de los siguientes puntos:
Su producción gasta poca agua, en comparación, por ejemplo, de un kilo de carne, que consume diez veces más que uno de legumbres.
Se pueden almacenar durante muchos meses, y sin refrigeración, y requieren un mínimo de procesamiento.
Las legumbres aportan también beneficios para la fertilidad del suelo, fomentando la rotación de cultivos, ya que fijan el nitrógeno en la tierra donde se cultivaron y tienen efectos positivos para el desarrollo de otras plantas.
Son una fuente esencial de proteínas y aminoácidos de origen vegetal, forman parte de una dieta saludable para reducir la obesidad y ayudar a controlar enfermedades como la diabetes y las afecciones coronarias.