martes, 23 de agosto de 2022
lunes, 22 de agosto de 2022
Recordando a Carmen Gómez Ojea
Carmen Gómez Ojea, recientemente fallecida a los 77 años, estuvo en nuestro centro en el año 2002 hablándonos de
“La aventura de envejecer”.
La escritora gijonesa era Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo. Fue galardonada en el año 1981 con el Premio Nadal por “Cántiga de agüero” recibió las Medallas de Plata de Gijón y del Principado de Asturias por una vida dedicada a la literatura y a la justicia social.
Josefina Artime presentando a Carmen Gómez Ojea, ambas mujeres de gran valor.
ENCENDED VELAS
El verde sínople que conocimos,
las nubes nómadas,
la cántiga de amor del mar,
las piedras, el sol del cementerio,
la plata de baba de caracol
en la tapia del paraíso,
el agua de los charcos de abril pascual
me dan ganas de arrodillarme,
de llorar,
pedir perdón
a las que entonces no podían ver más que un camino oscuro,
un cielo quieto, sin pájaros ni cirros,
un mar muerto, rocas peladas,
hipogeos sin luz,
tierra seca
y la seda cruenta de las banderas airadas de la paz.
Al anochecer, cuando bajéis las persianas
o debáis pulsar los interruptores de la luz,
en esa hora de penumbra
en que las camas se abren como flores,
en ese momento extraño de silencio y cantos de madera
El verde sínople que conocimos,
las nubes nómadas,
la cántiga de amor del mar,
las piedras, el sol del cementerio,
la plata de baba de caracol
en la tapia del paraíso,
el agua de los charcos de abril pascual
me dan ganas de arrodillarme,
de llorar,
pedir perdón
a las que entonces no podían ver más que un camino oscuro,
un cielo quieto, sin pájaros ni cirros,
un mar muerto, rocas peladas,
hipogeos sin luz,
tierra seca
y la seda cruenta de las banderas airadas de la paz.
Al anochecer, cuando bajéis las persianas
o debáis pulsar los interruptores de la luz,
en esa hora de penumbra
en que las camas se abren como flores,
en ese momento extraño de silencio y cantos de madera
que es para las mujeres algo así
como perdonarse arrugas y encontrarse bellas
en el espejo del pasillo asaltado por la noche,
encended velas,
quemad cirios,
y veréis hermanas, ojos, pupilas, miradas
de cuantas nos abrieron caminos a este mundo,
de las que fueron barqueras
que en sus lanchas nos llevaron
a la orilla de esta playa,
y entenderéis con emoción y orgullo
la historia de coraje y de renuncias,
valentía, dudas,
dolor, gozo
que seguimos tejiendo quienes no esperamos
el regreso salvador de los Ulises.
Carmen Gómez Ojea
miércoles, 3 de agosto de 2022
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