miércoles, 27 de noviembre de 2013

50 años de la muerte de Luis Cernuda



Se cumplieron 50 años de la muerte de Luis Cernuda, considerado como uno de los mejores poetas de la historia española. Perteneció a la conocida Generación del 27 junto con autores de la talla de Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados.
Cernuda murió un  5 de noviembre de 1963 de un ataque al corazón en Méjico,país donde se exilió tras la Guerra Civil y después de pasar por Inglaterra y Estados Unidos, debido a sus ideas y a su condición de homosexual que nunca negó y que le acarreó desgraciadas consecuencias como la de ser siempre considerado una persona “rara” y “rebelde”. “Disgusto a unos por frío y a otros por raro” llegó a escribir en una ocasión.
Este autor está considerado por muchos como el mejor poeta que escribió sobre el amor, la soledad y el sufrimiento
Dos son los libros de poesía española contemporánea que se recomienda que debieran conocer a fondo cualquier bachiller : "Espacio", de Juan Ramón Jiménez y "Desolación de la quimera", de Luis Cernuda.


Despedida
Muchachos
Que nunca fuisteis compañeros de mi vida,
Adiós.
Muchachos
Que no seréis nunca compañeros de mi vida,
Adiós.

El tiempo de una vida nos separa
Infranqueable:
A un lado la juventud libre y risueña;
A otro la vejez humillante e inhóspita.

De joven no sabía
Ver la hermosura, codiciarla, poseerla;
De viejo la he aprendido
y veo a la hermosura, mas la codicio inútilmente.

Mano de viejo mancha El cuerpo juvenil si intenta acariciado.
Con solitaria dignidad el viejo debe
Pasar de largo junto a la tentación tardía.

Frescos y codiciables son los labios besados,
Labios nunca besados más codiciables y frescos aparecen.
¿Qué remedio, amigos? ¿Qué remedio?
Bien lo sé: no lo hay.

Qué dulce hubiera sido
en vuestra compañía vivir un tiempo:
Bañarse juntos en aguas de una playa caliente,
Compartir bebida y alimento en una mesa,
Sonreír, conversar, pasearse
Mirando cerca, en vuestros ojos, esa luz y esa música.
Seguid, seguid así, tan descuidadamente,
Atrayendo al amor, atrayendo al deseo.
N o cuidéis de la herida que la hermosura vuestra y
vuestra gracia abren
En este transeúnte inmune en apariencia a ellas.

Adiós, adiós, manojos de gracias y donaires.
Que yo pronto he de irme, confiado,
Adonde, anudado el roto hilo, diga y haga
Lo que aquí falta, lo que a tiempo decir y hacer
aquí no supe.
Adiós, adiós, compañeros imposibles.
Que ya tan sólo aprendo
A morir, deseando
Veros de nuevo, hermosos igualmente
En alguna otra vida.
Luis Cernnuda ."Desolación de la Quinera"

1 comentario:

  1. En alguna otra vida digo yo, nos encontraremos con esta gente que tanto nos enseñó. Oty

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